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He querido escribirles una carta de agradecimiento por el trabajo que han realizado en esta primera parte del año, un trabajo muy diferente al que estábamos acostumbrados.

Ha sido muy bonito ver con qué profesionalismo y dedicación han trabajado para sacar adelante una tarea desafiante y muy difícil.
Pero no solo se han preocupado del contenido de lo que estaban enseñando, que ya era mucho, pues había que planificar, dar instrucciones, explicar una y otra vez, además de corregir a veces más de 200 trabajos en una semana; sino que también se dieron el tiempo para preocuparse de cada uno de los alumnos que se les iba quedando atrás, además de tener que pesquisarlos detrás de los más curiosos nombres de fantasía.
Con una palabra amable a través de la plataforma; largas conversaciones por teléfono, correo o WhatsApp, han podido ayudar y contener a sus alumnos y apoderados, que no lo estaban pasando bien.
Me he sentido orgullosa de trabajar para una comunidad valiente y esforzada que no se dejó amilanar nunca y entendió que era importante darles a nuestros alumnos un ejemplo de fortaleza y amor por el trabajo que realizamos.
Ningún alumno del colegio San Rafael podrá decir nunca que sus profesores no tienen vocación de maestros, pues han visto cómo se las ingeniaban para acometer al mismo tiempo la tarea de aprender a usar una herramienta para la mayoría completamente nueva y buscar nuevas maneras y estrategias para enseñar contenidos a menudo muy difíciles; cómo se movilizaron para ayudar a
las familias que se encontraban en situación de extrema necesidad y desamparo y dispusieron de su tiempo para escuchar y aconsejar a los que en ese momento los necesitaban.

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M. Luisa Vial, Coordinadora Académica

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